Por: Agustina Miranda

Con la final cada vez más cerca, el domingo tuvo lugar otra gala de eliminación en la casa de Gran Hermano que dejó un mano a mano más que esperado entre Juliana y Mauro, los dos jugadores que mantuvieron una relación en el hogar y en el último tiempo terminó de la peor manera.

La placa también estaba conformada por Martín, Emmanuel, Darío y Virginia, pero los cuatros quedaron borrados por completo del eje protagónico y se fueron salvando con porcentajes mínimos. La menos votada fue Virginia, con el 0,15% y le siguió Darío, su compañero platense, con el 0,4%.

A su vez, el Chino tuvo sólamente el 0,6% de los votos negativos por parte de la audiencia; mientras que Emma (quien en otros momentos fue el foco en el público), tan sólo recibió el 4,2%. En ese sentido, cuando Santiago del Moro anunció que la decisión final iba a estar entre Furia y Mauro, ambos jugadores fueron a la pieza y se despidieron en un tono romántico.

Si bien en las últimas semanas no hubieron más que insultos y gritos por parte de la participante, en esta noche decidieron saldar su pasar por el juego entre abrazos y besos, intentando transmitirse tranquilidad. Por eso, Furia le dijo a su ex pareja que creía que se iba ella, mientras que Mauro le dijo que creía que se despedía él.

Sin embargo, el elegido por el público para abandonar la casa fue finalmente Mauro, quien recibió el 57,8% de los votos negativos y se despidió de sus compañeros entre lágrimas. Por su parte, Juliana recibió el 42,2% pero le dijo adiós con tristeza. De todos modos, la jugadora mantiene firme su recorrida hasta la final.

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