

La emoción por la llegada de Paris a la casa de Gran Hermano fue enorme, pero su ausencia en los últimos días generó preocupación entre los televidentes.
"Paris tiene dolores", comentó el conductor en vivo. Rescatada para visibilizar el abandono animal, la mascota símbolo del programa presentó infecciones en sus caderas, situación que requiere tratamientos específicos y continuos, imposibles de atender adecuadamente dentro del aislamiento de la casa más famosa del país.
"Quien la adopte deberá saber que necesita cuidados especiales". Además, aclaró que el objetivo de incluir al can en el programa nunca fue comercial ni publicitario, sino que apuntaba a concientizar sobre la importancia de ofrecer segundas oportunidades a animales en situación de calle.
Durante su corta estadía en la casa, logró conquistar el corazón de los participantes y de la audiencia. Sin embargo, también se conoció que su historia previa es dolorosa: fue abandonada cuando estaba embarazada y, aunque sus cachorros fueron adoptados rápidamente, ella permaneció bajo observación para recuperarse de las secuelas del maltrato.
Por el momento, continúa recibiendo tratamiento fuera de la casa y su regreso dependerá de su evolución médica.