Por: Agustín Cámara

En el competitivo mundo de la Fórmula 1, el rol del jefe de equipo conlleva mucho más que estrategias de carrera. También implica tomar decisiones personales, a veces incómodas, que pueden cambiar el rumbo de una carrera profesional. En diálogo con el podcast F1 Explains, el jefe de Alpine, Oliver Oakes, dejó en claro que ese tipo de elecciones no lo dejan indiferente.

“Sí. No se me escapa eso. Nunca es divertido ser ‘el malo de la película’. Pero sabés que estás acá para hacer lo correcto, tomar decisiones difíciles”, confesó.
“Es complicado, no podés complacer a todos. Pero si hacés lo mejor para el equipo, la gente lo entiende. A veces hay que tomar decisiones duras.”

La reflexión surgió tras una pregunta directa de una oyente sobre si alguna vez sentía culpa al tener que ser implacable. Y fue entonces cuando el conductor, Christian Hewgill, hizo una comparación inevitable:

“Lo que decís me hace acordar a lo que habló James Vowles sobre Logan Sargeant. Él lo valoraba mucho, quería seguir con él, pero a veces hay que decidir pensando en todos los que están detrás.”

Oakes recogió el guante sin dudar:

“Tal cual. Tenés 900 personas que dependen de vos en la fábrica. Y cuando tomás decisiones, tienen que ver que estás haciendo lo mejor por el equipo.
James y yo trabajamos juntos antes, con pilotos jóvenes, en Mercedes y Williams. Y siempre decíamos lo difícil que es vincularte con ellos, acercarte, y luego tener que decirles algo duro. Es muy difícil.”

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¿Y Colapinto?

Aunque no mencionó a Franco Colapinto ni a Jack Doohan directamente en este tramo del podcast, el paralelismo con el caso de Sargeant y Vowles habilita interpretaciones: ¿Está preparando el terreno para tomar una decisión similar a la de Williams en 2024? ¿El respaldo que expresó anteriormente por Doohan se tambalea? 

Lo cierto es que, como él mismo dijo, no se puede complacer a todos. Y a veces, las decisiones más difíciles son las que definen el liderazgo.

Una mirada hacia 2026: Briatore, De Meo y el renacer de Alpine

Sobre el final del episodio, Oakes también compartió su visión a futuro sobre el equipo y su rol al mando:

“Sí, la verdad lo estoy disfrutando. Pero como siempre, uno quiere más. Queremos estar al frente de la parrilla.
El objetivo es claro: devolver al equipo al lugar que se merece. La F1 es increíblemente competitiva, y cuando llegás al frente, querés mantenerte ahí.”

Oakes reveló que trabaja estrechamente con dos figuras de peso: Flavio Briatore, histórico exdirector del equipo Renault campeón con Alonso, y Luca de Meo, CEO del grupo Renault.

“Estamos empujando con fuerza, trabajando con Flavio y Luca. Eso le dio un empuje al equipo que hacía falta.
Vienen grandes cambios para 2026, con nuevas regulaciones y proveedor de motor. La última vez que usamos ese motor, el equipo estaba adelante. Confiamos en que podemos volver allí.”

Con un tono sereno pero firme, Oakes dejó claro que su liderazgo no teme a las decisiones incómodas si son necesarias para construir el Alpine que sueña... ¿Pasará lo mismo que con Sargeant en Williams?