El Cónclave para elegir al 267° Papa de la Iglesia Católica comenzará el próximo 7 de mayo de 2025, una vez finalizadas las Misas de Novemdiales en las que se reza por el eterno descanso del Papa Francisco según informaron desde el Vaticano.

La decisión fue tomada este lunes por la mañana, durante la Quinta Congregación General celebrada en el Aula del Sínodo en el Vaticano, donde los cardenales presentes en Roma acordaron la fecha de inicio. Como es tradición, el Cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, que permanecerá cerrada al público durante esos días.

 

¿Qué sucede durante el Cónclave?

 

Antes del inicio del Cónclave, se celebrará una solemne Misa votiva Pro Eligendo Papa, a la que asistirán los cardenales electores. Luego, en horas de la tarde, los cardenales procederán en procesión solemne hacia la Capilla Sixtina, donde comenzarán las votaciones.

Una vez dentro, cada cardenal elector realizará un juramento en el que se compromete a cumplir fielmente con el Munus Petrinum (el encargo de ser Pastor de la Iglesia Universal) en caso de ser elegido, a mantener el secreto absoluto sobre todo lo relacionado con la elección y a rechazar cualquier intento de interferencia externa.

 

Posteriormente, el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias proclamará el tradicional “extra omnes”, ordenando que todas las personas ajenas al Cónclave abandonen la Capilla Sixtina. Solo permanecerán el Maestro de Celebraciones y un eclesiástico encargado de impartir una segunda meditación sobre la gravedad de la tarea y la necesidad de actuar con pureza de intención. Tras la meditación, ambos también se retirarán.

Durante todo el proceso, los cardenales deberán permanecer aislados, sin enviar ni recibir cartas, llamadas telefónicas, mensajes, ni acceder a medios de comunicación. La Capilla Sixtina y los lugares de hospedaje estarán completamente sellados hasta la elección del nuevo Papa.

 

¿Cuántos votos se necesitan para elegir un Papa?

 

Para que la elección sea válida, el candidato debe recibir una mayoría de dos tercios de los votos. Si el número de electores no es divisible exactamente por tres, se suma un voto adicional para alcanzar la mayoría necesaria.

 

El primer día, si la votación comienza en la tarde, solo se realiza una votación. En los días siguientes, se celebran dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.

 

Después de cada ronda de votación, las papeletas son quemadas. Si la elección no se concreta, del techo de la Capilla Sixtina saldrá humo negro. Si un Papa es elegido, humo blanco anunciará la noticia al mundo.

 

Si tras tres días de votaciones no se alcanza un acuerdo, se permite un día de pausa para oraciones, diálogo libre entre los electores y una breve exhortación espiritual a cargo del Cardenal Proto-Diácono, Dominique Mamberti.

 

¿Qué sucede después de la elección?

 

Una vez elegido el nuevo Papa, el último de los cardenales diáconos llama a la Capilla Sixtina al Secretario del Colegio de Cardenales y al Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias.

 

El Decano del Colegio, Cardenal Giovanni Battista Re, pregunta al elegido: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?”. En caso de aceptación, se le consulta: “¿Con qué nombre deseas ser llamado?”.

 

El Maestro de Celebraciones actúa como notario, con dos ceremonieros como testigos, registrando la aceptación y el nuevo nombre del Papa. Los cardenales electores rinden obediencia y desde ese momento, termina el Cónclave.

Luego el momento recordado por los argentinos cuando Francisco salió al balcón: el cardenal protodiácono anuncia luego a los fieles la elección y el nombre del nuevo Pontífice con la famosa frase: “ Annuntio vobis gaudium magnum; Habemus Papam ”.