“Con la magia empecé a los 25. Estudiaba periodismo deportivo en ese momento. Había un muchacho que atendía en el bar que estaba estudiando magia y me mostró un par de trucos. Me voló la cabeza y ahí decidí empezar a tomar clases de magia”.

“Desde que terminé el colegio, empecé a laburar en una casa de caños de escape, que era de mi viejo. Después en una inmobiliaria. También vendí celulares y mi último laburo fue como preceptor. Hace 5 años que lo dejé y me dedico a la magia y a la conducción de eventos. Con la pandemia, me empecé a dedicar más a la cocina y ahora estoy viviendo más de Instagram que de la magia”.

Su primera receta fue en 2017, y hoy cuenta con casi 700 mil seguidores.

“Siempre subía contenido de magia y de humor a Instagram. Ya no sabía que más subir. Estábamos en la casa de un amigo por hacer una tortilla, y me dice que suba la preparación a Instagram. Me insistió tanto que la subí y explotó, así que empecé a subir recetas de cocina, porque veía que se sumaba gente y yo quería que me contrataran para laburar como mago”.

Lejos de considerarse como un experto, en su propia descripción de Instagram aclara: “Cocino pero no soy cocinero”. “Cuando arranqué, la única receta que sabía era la de la tortilla de papa que hice. Como vi que anduvo, fui a YouTube a buscar recetas y me encontré con que no sabía nada. Entonces traté de explicarlas en los videos como me gustaría que me las expliquen a mí, en un tono simple y con humor”. Entre risas, afirma que “el 90% de las recetas que subo las hago por primera vez”, con un alto grado de efectividad.

Fede Brisko se animó al #enAgendaVs y no defraudó. La entrevista completa la podés revivir por Spotify.