

Las cenizas de Hebe de Bonafini fueron colocadas en Plaza de Mayo. El momento fue acompañado por otras integrantes de Madres, en medio de un fervoroso aplauso que emocionó al resto de la histórica plaza.
La plaza desbordó las expectativas de las Madres que convocaron a participar de su tradicional ronda de los jueves para homenajear la memoria y legado de quien fue su presidenta desde 1979, Hebe de Bonafini, fallecida el domingo pasado a los 93 años.
Fue la ronda número 2328, que esta vez tuvo que hacerse en las calles periféricas a la plaza por la enorme presencia de jóvenes y cantidad de organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, militantes y dirigentes.
Poco antes de las 15.30, la camioneta blanca con la leyenda "Ni un paso atrás" llevó hasta la Pirámide de Mayo a las madres Mrad; Josefa Fiore (91 años); Visitación de Loyola (98 años); Carmen Arias; Irene de Chueque, acompañadas por Iramain.
"Continuemos con la lucha para que de una vez por todas podamos construir esa Patria justa, libre, soberana, equitativa e igualitaria; compañeros continuemos el camino", pidió Sara Mrad, una de las cinco Madres que cumplió con el deseo de Hebe de que sus restos descansaran en la Plaza de Mayo.
En una ceremonia muy emotiva, las cenizas de Bonafini fueron colocadas -junto a un rosario que le había regalado el Papa Francisco- al pie de uno de los arbustos de la Pirámide de la Plaza, donde también se pusieron rosas blancas y una planta de jazmín.
"Hebe no se fue, está con nosotros", dijo más tarde Visitación de Loyola con sus 98 años, desde el escenario, frente a una multitud conmovida que replicó en su gestualidad uno de los lemas de Bonafini: "Amor con amor se paga".
Cheque, una de las praderas, sostuvo la convicción que las caracterizó siempre: "La política no es un camino para conseguir un cargo, sino para construir un proyecto donde la distribución de la riqueza esté en el pueblo, donde la vida es vida, donde garanticemos que los niños sean felices"