

Por: Bryan Miño
El partido terminó a favor de los australianos 1-0 logrando así sellar el ticket rumbo a los Play - Offs del Mundial, que jugarán por segunda vez en su historia (2006).
En un primer tiempo el desarrollo fue muy dinámico y cambiante, dónde de entrada los oceánicos salieron a marcar la cancha, mientras que el seleccionado danés tuvo la mayor parte del tiempo la pelota, pero no logró penetrar la ferrea defensa australiana, que se encargó de mantener el arco en cero, a sabiendas que con el empate ya les alcanzaba para avanzar de ronda, apostaron más a replegarse y a los contragolpes con tiempos y espacios que no le generen riesgo alguno.
La segunda parte fue más de lo mismo que había planteado estratégicamente el equipo de Graham Arnold, esperando agazapados alguna contra que tengan tras dejar que avanze Dinamarca pero sin mucho riesgo.
A la hora de juego, el plan dió sus frutos. Los daneses en ataque, recuperó rápido la pelota Jackson Irvine y lo puso a correr a campo abierto al número 7 Mathew Leckie, quien enganchó para acá, enganchó para allá, sacó un remate cruzado que venció la humanidad de Kasper Schmeichel y desató la locura de todo un país, y hasta un continente.
A partir de ahí, fue más de media hora con las mismas ideas pero sin mitad de cancha, dónde la defensa de los socceros se plantó muy atrás de manera muy compacta, bloqueandole todos los intentos a los daneses, que terminaron a puros pelotazos buscando una heróica que nunca llegó.
El tiempo pasó y el árbitro Mustapha Ghorbal pitó el final del encuentro. El sueño de toda Australia es ahora realidad. Los nervios son ahora sonrisas, el drama es todo alegría. Australia jugará por segunda vez en su historia, repitiendo lo sucedido en Alemania 2006, Octavos de Final de la Copa del Mundo. Por el otro lado, cae en Fase de Grupos una de las mejores selecciones en la previa, con un paupérrimo desempeño, tras cosechar solo un punto, fruto de empatar con Tunez en la primer fecha, y caer con Francia y ahora Australia. Dinamarca es candidata a la decepción del torneo.