La lavanda es una planta de la familia de las lamiáceas, la cual contiene una treintena de especies conocidas. Su nombre científico “lavandula” proviene del verbo latin “lavare” ya que esta flor ayuda a “lavar” las heridas tanto físicas como emocionales. Tiene un aroma inconfundible que la ha llevado a ser una joya para la aromaterapia. Por supuesto que también se la utiliza para perfumes, aguas de colonia, y suelen guardarse algunas flores en un saquito de tela dentro de los armarios o cajones para ahuyentar insectos que puedan dañar la ropa (además de dejar rico aroma).
Sus múltiples usos tienen años y años de antigüedad, antes, la lavanda se utilizaba para la momificación y como perfume de los egipcios, fenicios y de los pueblos que habitaban la península arábiga. Con el paso del tiempo y sumando muchos estudios sobre la misma, se le han encontrado muchísimos usos medicinales, sus tupidas espigas de flores se destilan al vapor para producir un aceite esencial, que suele usarse para dolores musculares o dolores de cabeza muy fuertes.
Hoy en día se emplean sus aceites esenciales y flores en aromaterapia y tratamientos naturales. Además, se encuentran en desarrollo investigaciones acerca de su eficacia terapéutica en diversas afecciones, más que nada psiquiátricas y neurológicas.
La lavanda se utiliza en todo el globo, para la tradición popular europea es útil para las heridas y un vermífugo para los niños, mientras que en la medicina árabe se usa como expectorante y antiespasmódico. Lo que sí, en todos lados se la destaca por su efecto relajante.
Varios estudios de investigación que se han hecho tanto en animales como en humanos dan cuenta de su buen efecto analgésico, anticonvulsivante y neuroprotector.
Ahora bien, ¿por qué también es una gran ayuda para combatir el insomnio?
La lavanda es una gran estratega natural para combatir el insomnio y mejorar la calidad de sueño gracias al linalool, el cual es un terpeno bastante común que también se encuentra en otras especies de flores y plantas aromáticas como la menta o el laurel, que también suelen ser sanadoras. Este terpeno posee un efecto ansiolítico, que es útil para quienes padecen cuadros de ansiedad leves, y también ayuda a estabilizar el estado de ánimo.
Entonces, como mencionamos, la lavanda como planta medicinal tiene infinidad de usos: analgésico, regenerador celular, sedante, ayuda a atenuar los síntomas de las gripes y resfriados. Siempre empleando el aceite esencial que se extrae de la planta. Pero sobre todo tiene gran poder antiséptico.
En una quemadura reciente ayuda a prevenir la aparición de ampollas, así como a regenerar los tejidos. En el caso de las heridas, desinfecta al instante evitando consecuencias posteriores.
Hay varias maneras de consumirla, dependiendo para qué se necesite, acá dejamos un pequeño listado de las maneras más comunes y cómo hacerlas:
Té: Se utiliza aproximadamente de 4 a 8 gramos de flores por litro de agua hirviendo para tratar el insomnio, y 20grs para la fiebre. Para quienes no les gusta el té y buscan conciliar el sueño también es recomendable colocar un paño con 3-4 gotas de aceite bajo la almohada.
Aceite esencial: Para casos de dolores tensionales de cabeza o ya migraña, directamente se recomienda utilizar el aceite esencial, éste se prepara diluyendo 2ml (aprox 20 gotas) de aceite esencial en 10ml de aceite base y una vez mezclado se frotan algunas pocas gotas en las sienes y nuca. Lo mismo se utiliza para aliviar dolores musculares masajeando la zona.
Cómo preparar el aceite (aunque puede comprarse listo): Colocar las flores en un recipiente de vidrio, cubrir con aceite vegetal, cerrar bien el frasco, macerar al sol de 10 a 40 días agitando cada tanto la preparación y luego colar al pasarlo a otro frasco.
Alcohol de lavanda: se utiliza la corteza, triturada y macerada en alcohol, y al momento de uso se aplica sobre el área afectada.
Vaporización: para los resfríos, se recomienda vaporizar las flores a 160 oC y disponerse a recibir el efecto relajante de la hierba, también es útil para tratar el insomnio.
A todo esto, podemos sumar su uso para picaduras o mordeduras de insectos: se aplica aceite puro sobre las mismas, aunque siempre es mejor asegurarse primero que la zona esté desinfectada. También, para quemaduras solares, se utilizan 10 gotas de aceite en 50ml de agua.
Cuidados a tener en cuenta:
El aceite de lavanda posee propiedades estrogénicas y antiandrogénicas, por lo que su uso se vinculó a la ginecomastia (crecimiento del volumen de las mamas), que desaparece al suspenderlo. También se registró la asociación de efectos gastrointestinales, como náusea o dispepsia, luego de su uso por vía oral.
No se recomienda su uso vía oral durante el embarazo debido a que es un estimulante uterino. Sus principios activos no producen tolerancia ni dependencia. Su uso, cultivo y comercialización no poseen restricciones legales.