Debido a una investigación sobre sus negocios publicitarios en la cual se revelaron nuevos detalles en torno a la manera en que la compañía da prioridad a ganar dinero antes que hacer cumplir sus reglas respecto a la protección de los usuarios en contra de estafadores y delincuentes informáticos.
Basada en testimonios de empleados actuales y anteriores de la empresa, Facebook ha obtenido ganancias de anunciantes fraudulentos y su negocio está “construido con los mismos controles laxos” que han permitido que se viralice la desinformación, el discurso de odio y el acoso en su plataforma.
Durante el tercer trimestre del año, Facebook generó USD 21.200 millones en ingresos por su negocio publicitario, no obstante, diversos medios han informado que esas ganancias provienen de anunciantes que pueden llegar a ser considerados como turbios o peligrosos, incluidos supremacistas blancos pro-violencia, estafadores, antivacunas o vendedores de productos milagro contra la COVID-19.
Aunque Facebook se ha comprometido públicamente en tomar medidas contra los malos actores en su plataforma, decenas de informes los han contrariado, pues denuncian que ni siquiera la compañía es capaz de hacer cumplir sus propias políticas de manera precisa, consistente y eficiente. Algunos incluso señalaron que ha detenido el progreso hacia esos objetivos.