La incorporación del Calendario Electoral de este año al debate parlamentario habilitará a los legisladores a producir cambios en el cronograma y la organización de los comicios legislativos de medio término.
La propuesta de no realizar las PASO es impulsada por diez gobernadores del oficialismo, quienes el jueves se lo plantearon al presidente Alberto Fernández durante su vista a la ciudad riojana Chilecito.
Para concretar un cambio de este tipo, los gobernadores y el sector que promueve la idea contarán con un plazo muy acotado: las sesiones extraordinarias se extenderán hasta el último día hábil de febrero.
El 1° de marzo, con la apertura del año legislativo, comienzan las sesiones ordinarias.
Hasta ahora, la iniciativa de suspender las PASO por razones epidemiológicas -para no votar dos veces en un año atravesado por la pandemia- o incluso por cuestiones presupuestarias no logró convencer a todos los espacios políticos.
En el radicalismo, por caso, existen diferencias entre algunos dirigentes encumbrados de ese partido: el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, transmitió su rechazo mientras que el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés ya se manifestaron a favor.
En tanto, otros representantes de la coalición Juntos por el Cambio, ligados al PRO, resisten la idea.
Un escenario de debate parlamentario en torno al calendario y el formato del proceso eleccionario de 2021 abrirá discusiones sobre los procedimientos legales para organizar los comicios y el tiempo material que resta para las fechas fijadas por ley para las elecciones.
Sin embargo, los gobernadores que iniciaron la campaña en pos de la suspensión de las primarias confían en que las objeciones y resistencias se irán descomprimiendo en el marco de una negociación.
Uno de los factores a tener en cuenta es que este turno electoral no es ejecutivo sino de renovación legislativa, plantean los más entusiastas.
Según esta hipótesis, con la suspensión de las PASO la integración en las listas de las distintas coaliciones electorales se podría definir por consensos internos y sin competencia, pero al mismo tiempo -dato no menor- sin la participación directa de los ciudadanos.