Esta Motoroid 2 tiene todo diferente en comparación con una moto convencional y con otra eléctrica. Posee sistemas ya conocidos aunque no implementados aun de manera oficial-como el de auto estabilización, pero mejorado y combinado con un sistema rebautizado como AMCES: “Active Mass Center Control System” (Sistema de control de masa central activa).
La excéntrica moto parece que tiene vida propia, ya que posee una IA que la dota de consciencia para saber en todo momento dónde está. También ajusta el centro de gravedad para aparcar la moto inclinándola, y manteniéndose en pie por su propia cuenta.
El contrapeso principal es la batería, que tiene la capacidad de moverse a izquierda o derecha. Todo mediante la inteligencia artificial que gestiona imágenes reales tomadas por una cámara y datos de la IMU e incluso se conecta con otros vehículos para obtener información.
En otras palabras, Yamaha plantea a la Motoroid 2 casi como una mascota, que te pueda reconocer y acompañar, mientras permite la posibilidad de tener una forma de movilidad accesible. Su filosofía no es la de una autonomía total, sino la de una integración de la inteligencia humana y artificial. Quizás un resumen de la idea de Yamaha con el proyecto sea hacer que la experiencia de poseer una motocicleta sea más parecida a la de poseer un animal.