El Gobierno nacional decidió postergar los aumentos en las tarifas de luz, gas y combustible que estaban previstos para el mes de julio. La medida fue tomada desde el ministerio de Economía y, en principio, solo se aplicará a las boletas del próximo mes con la intención de sostener la recuperación del poder adquisitivo y contemplar la estacionalidad (ya que aumenta el consumo por el invierno).
En el caso del combustible, la actualización en las tarifas de nafta y gasoil tendrá una suba del 1% y no alcanzará el aumento del 18% que estaba previsto para el mes de julio. De esta manera, al igual que en mayo y junio el aumento de combustibles quedará nuevamente suspendido.
Lo mismo sucederá con las subas en las tarifas de luz y gas que estaban previstas para el mes entrante y los incrementos recién podrían verse en las boletas a partir del mes de agosto. Cabe destacar, que estos aumentos tenían como objetivo trasladar a los usuarios el costo real de los servicios y reducir el gasto público en los subsidios a las empresas.
Además, esta decisión tiene como objetivo sostener la recuperación del poder adquisitivo y evitar así un rebote inflacionario ya que sumado a los recortes de subsidios que se implementaron en junio tanto para el gas como para la luz, recaerían directamente en los usuarios de ingresos bajos y medios.