Biden propuso financiar planes de "Empleo" y "Familias" con un costo de US$4 billones con aumentos de impuestos a las corporaciones y al 1% más rico del país. Esas iniciativas se añaden a un "Plan de Rescate" por US$1,9 billones aprobado en marzo, con pagos directos a los estadounidenses y beneficios adicionales de desempleo ante la pandemia.
En materia económica, sus críticos señalan el peligro de que la expansión del gasto público aumente el déficit fiscal, la deuda pública y la inflación, o que los estímulos recalienten la economía. Sin embargo el PIB se expandió 1,6% en el primer trimestre del año, y su aceleración respecto al final de 2020 proyecta una tasa de crecimiento anual de 6,4%.
Se refirió al cambio climático, el presidente también prometió recortar hasta en un 52% las emisiones de dióxido de carbono al final de esta década respecto a los niveles de 2005.
Además al asumir, propuso una reforma que abra el camino a la ciudadanía de 11 millones de extranjeros indocumentados que viven en EE.UU. "que reviva la noción de que éste, es un país de inmigrantes". En los tres primeros meses del año se han contabilizado cerca de 350.000 detenciones, el mayor registro desde marzo de 2001 bajo fundamento por cuestiones sanitarias COVID-19. Los republicanos lo acusan de provocar una crisis fronteriza y desde la izquierda, le piden mejorar las condiciones a los recién llegados ciudadanos.