Franco Mastantuono dejó su marca en el superclásico de este domingo con un golazo de tiro libre que rápidamente despertó comparaciones inevitables: su zurdazo al ángulo y el festejo con los brazos abiertos fueron casi una réplica exacta de aquella obra de arte que Lionel Messi hizo ante Nigeria en el Mundial de Brasil 2014.
La joya de River, de apenas 17 años, abrió el partido ante Boca en el Monumental con un golazo de tiro libre desde 28 metros. La pelota sobrevoló el estadio, bajó rápido y se clavó en la unión del travesaño y el palo izquierdo del arquero Agustín Marchesín, quien apenas pudo mirar el golazo sin reacción.
El parecido no terminó en la ejecución: Mastantuono celebró de la misma manera que Messi lo hizo aquel 25 de junio de 2014 en Porto Alegre, abriendo los brazos como volando tras su conquista ante Nigeria. En esa ocasión, el capitán argentino había convertido para poner el 2-1 parcial, en un partido que terminaría 3-2 en favor de la Selección.
Además de su extraordinario gol, Mastantuono alcanzó otro logro histórico: se transformó en el jugador más joven de River en anotar en un superclásico, con 17 años, ocho meses y 13 días, superando el récord que ostentaba Javier Saviola desde el año 2000.
En un Monumental repleto, la nueva promesa de River hizo uno de los mejores goles de la historia de los superclásicos. Pero también reavivó la eterna esperanza argentina de encontrar, alguna vez, al heredero de Lionel Messi.