Lady Gaga volvió a hacer historia el sábado por la noche con un recital gratuito en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, ante una multitud estimada en 2,5 millones de personas, según la propia cantante. El evento marcó su regreso a Brasil tras trece años de ausencia y superó el récord que había alcanzado Madonna en el mismo lugar en 2024, convirtiéndose en el concierto más grande de una solista en toda la historia.
En una publicación de Instagram, Gaga expresó: “Nada podría haberme preparado para la emoción que sentí durante el show de anoche: el orgullo y la alegría absoluta de cantar para el pueblo de Brasil. Su cultura es tan brillante, tan vibrante y especial. Estoy profundamente agradecida de haber compartido este momento histórico con ustedes”. También dejó un mensaje inspirador: “Si te perdés en el camino, podés volver si creés en vos y trabajás duro”.
El espectáculo, titulado Mayhem on the Beach, incluyó clásicos como Bloody Mary, Alejandro, Bad Romance, Poker Face y Born This Way, además de nuevos temas de su próximo álbum. Con cambios de vestuario —incluido uno con los colores de la bandera brasileña— Gaga ofreció un mensaje sobre sanación, resiliencia y gratitud: “Gracias, Río, por esperarme. Nunca olvidaré este momento”.
Para garantizar el desarrollo del show, se desplegaron más de 5.000 agentes, drones, cámaras con reconocimiento facial y 18 puntos de control. En paralelo, la Policía Civil desactivó un atentado con explosivos planeado para atacar el evento. La operación, denominada “Fake Monster”, incluyó 15 allanamientos y detenciones claves para prevenir una tragedia.
El recital fue parte del programa “Todo Mundo no Rio”, impulsado por la Alcaldía para dinamizar el turismo en temporada baja. Según datos oficiales, el evento movilizó a medio millón de turistas y generó un impacto económico superior a los 600 millones de reales (más de 100 millones de dólares), revitalizando la economía local.