El Paris Saint-Germain rompió finalmente la maldición. Este sábado, en el Allianz Arena de Múnich, el equipo francés aplastó 5-0 al Inter de Milán y se coronó campeón de la UEFA Champions League 2024/25, levantando por primera vez en su historia la tan ansiada Orejona. Fue una final para el recuerdo: no solo por la contundencia del resultado, sino también porque se trata de la mayor goleada registrada en una final del torneo.
Los goles del equipo dirigido por Luis Enrique fueron obra de Achraf Hakimi, Desiré Doué en dos ocasiones, Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu. En apenas 20 minutos de partido, el PSG ya ganaba 2-0, y en el complemento completó la obra ante un Inter que nunca logró reaccionar.
Con un planteo agresivo y dinámico, los parisinos dominaron de principio a fin. La figura del partido fue Desiré Doué, quien anotó dos tantos y se consolidó como una de las grandes promesas del fútbol europeo. También destacaron Kvaratskhelia, Dembélé y el arquero Donnarumma, clave durante toda la campaña.
El PSG había mostrado signos de madurez desde la temporada anterior, cuando llegó a semifinales. En esta edición, el equipo dejó en el camino a rivales de peso: superó al Aston Villa en cuartos tras una serie dramática y eliminó al Arsenal con una actuación sólida en semis. Pero fue en la final donde alcanzó su punto más alto.
Sin Kylian Mbappé, que dejó el club en la temporada anterior, el PSG apostó por un recambio generacional y un proyecto colectivo. Luis Enrique fue el arquitecto del nuevo campeón de Europa, respaldado por jóvenes figuras como Vitinha, Barcola, Doué y Mayulu, que se complementaron con jugadores de experiencia como Hakimi y Donnarumma.
Desde la llegada del capital qatarí en 2011, el PSG había dominado el fútbol local, pero la Champions siempre fue su gran cuenta pendiente. Inversiones multimillonarias, fichajes estelares (como Ibrahimović, Neymar, Mbappé y Messi) y cambios de entrenadores no habían alcanzado para lograr el objetivo. Incluso vivió eliminaciones dolorosas, como la histórica remontada del Barcelona en 2017 o la caída en la final ante el Bayern en 2020.
A lo largo de más de una década, el club parisino acumuló frustraciones en Europa: eliminaciones recurrentes en octavos y cuartos de final, y decepciones que pusieron en duda el proyecto. Sin embargo, el PSG nunca dejó de intentarlo, y finalmente la recompensa llegó.
El Inter, que llegaba con Lautaro Martínez como estandarte, fue ampliamente superado por el ritmo y la precisión del equipo francés.
El 5-0 en el Allianz Arena no solo significó un título: fue una afirmación del nuevo rumbo del PSG. Sin figuras rutilantes pero con una identidad clara y futbolistas comprometidos, el club de la capital francesa se convirtió, por fin, en campeón de Europa.
Una noche inolvidable para el Paris Saint-Germain. Una nueva página dorada para la historia de la Champions League.