Thiago Correa, un nene de 7 años, murió este viernes por la noche tras ser alcanzado por una bala perdida mientras esperaba el colectivo con su padre en Ciudad Evita. El disparo fue del arma reglamentaria de un policía federal que, según la investigación y los videos, se defendía de un intento de robo.
El niño estaba a 198,5 metros de distancia del tiroteo, ocurrido el miércoles 4 de junio a las 23:20 en la intersección de Crovara y Madrid, en el partido de La Matanza. Fue trasladado de urgencia al Hospital de Niños de San Justo, donde permaneció internado con muerte cerebral durante casi dos días. Su familia confirmó el fallecimiento este viernes.
El agente involucrado es Facundo Aguilar Fajardo, de 21 años, recientemente egresado de la Escuela de la Policía Federal. Estaba de civil, acompañado por su madre, esperando el colectivo cuando fue abordado por cuatro delincuentes armados.
En su declaración ante la fiscalía, el oficial explicó que entregó su celular y su mochila, pero al ver que los ladrones continuaban agrediendo a su madre, decidió intervenir. “Pensé que la mataban ahí mismo”, dijo.
Aguilar Fajardo disparó al menos once veces. Tres de los asaltantes resultaron heridos: Brandon Corpus Antelo (18 años) murió en el lugar, mientras que Uriel Montenovo y Uriel Leiva (ambos de 21 años) fueron detenidos con heridas graves.
Una de esas balas, según determinó la investigación, recorrió casi 200 metros hasta impactar en Thiago Correa, quien estaba sobre los hombros de su padre, Víctor. “Me dijo ‘pa’ nomás… y ahí empecé a gritar”, relató entre lágrimas.
El caso tuvo repercusión a nivel nacional. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió al agente detenido y responsabilizó a los delincuentes por el desenlace fatal: “Los responsables de la muerte de Thiago son los ladrones que generaron esta situación. Salieron a matar”.
Bullrich pidió que se considere el accionar del policía como legítima defensa y solicitó que se agrave la imputación contra los asaltantes heridos. También apuntó contra la administración bonaerense: “Es el gobierno de Kicillof el que tiene que garantizar que la gente pueda esperar el colectivo sin miedo”.
Una cámara de seguridad captó el momento de la balacera y la caída de uno de los asaltantes. La policía encontró en el lugar un revólver calibre .38 de juguete, utilizado por los delincuentes, lo que descartó que alguno de ellos haya disparado.
En su testimonio, Aguilar aseguró que no había nadie entre él y los ladrones y que no vio a Thiago ni a su padre en la línea de fuego. Reconoció que la calle estaba desierta y sin iluminación.
“El entrenamiento en tiro no se compara con lo que se vive en una situación real. No hubo tiempo de pensar”, dijo.
El fiscal Diego Rulli, a cargo de la causa, imputó a Aguilar Fajardo por homicidio agravado por el uso de arma de fuego con exceso en la legítima defensa, en concurso con lesiones gravísimas culposas y tentativa de homicidio. Ahora se evalúa sumar el cargo por la muerte de Thiago Correa.
Los dos asaltantes heridos también permanecen detenidos. Uno de ellos, Leiva, está en estado crítico.