La semana futbolera quedó atravesada por el pasillo invertido con el que los jugadores de Estudiantes de La Plata recibieron a Rosario Central en el Gigante de Arroyito, en medio de la tensión que el club albirrojo mantiene con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tras el título entregado al Canalla. El gesto reavivó el debate sobre el rol de los planteles en conflictos institucionales y generó reacciones de todo el arco deportivo.
Consultado en Doble Amarilla por DSPORTS Radio 103.1, el técnico de Gimnasia, Fernando Zaniratto, ofreció una mirada directa y sin rodeos sobre la postura de su clásico rival:
“El pasillo de Estudiantes es respetable de ambos lados. Somos todos colegas. La decisión que tomaron de darle un título a Central no es culpa de los jugadores. Pero tampoco está mal que Estudiantes le haya dado la espalda”, expresó.
Las palabras del DT tripero se suman a una discusión que ya había escalado con fuerza. Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) difundió un comunicado cuestionando la postura del plantel albirrojo, mientras que el entrenador canalla, Ariel Holan, manifestó su malestar por lo ocurrido en la previa del encuentro.
El episodio volvió a poner bajo la lupa la relación política entre los clubes y la conducción del fútbol argentino. También expuso cómo decisiones dirigenciales terminan trasladándose al campo de juego, generando tensiones que exceden a los protagonistas.
Para Zaniratto, la clave está en preservar el respeto profesional: el entrenador remarcó la necesidad de separar la competencia deportiva de las controversias externas y evitar que los futbolistas sean responsabilizados por decisiones ajenas a ellos.
Con la polémica lejos de cerrarse, el gesto dividió opiniones y confirmó que la grieta institucional que se abrió entre Estudiantes y la AFA todavía tiene capítulos por delante.