Boca Juniors atraviesa semanas clave de planificación rumbo a 2026. Con el futuro del cuerpo técnico aún en evaluación y un mercado de pases que promete varios movimientos, Juan Román Riquelme tomó una decisión central: la estructura del Consejo de Fútbol no se modificará y continuará con un formato reducido, con Marcelo “Chelo” Delgado como figura principal y mano derecha del presidente.
Riquelme, presidente del club y Director General del Fútbol Profesional y Amateur, mantendrá la última palabra en todas las decisiones deportivas, mientras que Delgado seguirá cumpliendo el rol de nexo directo entre el plantel, el cuerpo técnico y la mesa chica dirigencial.
Tras las salidas de Mauricio Serna y Raúl Cascini, el Consejo de Fútbol quedó prácticamente disuelto en su formato original. Sin embargo, lejos de rearmarlo con nuevos nombres, Riquelme optó por concentrar responsabilidades y sostener una estructura más acotada.
En ese esquema, Delgado estará acompañado por tres delegados provistos por la institución, cuyos nombres se mantienen en reserva. Se trata de personas que realizaron cursos específicos sobre transferencias y gestión del libro de pases, y que colaborarán en el trabajo cotidiano del área. Además, el Departamento de Legales, encabezado por Orlando Giménez, seguirá teniendo un rol activo en las operaciones contractuales.
Durante los últimos meses se evaluaron distintas alternativas para reformular el Consejo, con nombres como Carlos Fernando Navarro Montoya, Alberto Márcico, José Pekerman y Sergio “Manteca” Martínez, pero finalmente la conducción decidió no sumar caras nuevas.
Desde Brandsen 805 destacan que Delgado es una pieza inamovible dentro del esquema de Riquelme, tanto por la relación personal que los une desde la campaña electoral de 2019 como por la confianza en su gestión. La salida de Serna y Cascini, quienes se despidieron públicamente en buenos términos, y la desvinculación de referentes del plantel como Marcos Rojo, Cristian Lema y Marcelo Saracchi, fue interpretada por la dirigencia como un factor que ayudó a descomprimir el clima interno.
En paralelo al armado institucional, la prioridad del club pasa por definir al entrenador para 2026, con Claudio Úbeda como una de las opciones a ratificar. Delgado reconoció que se tomarán algunos días más para resolver la cuestión, ya que también deben planificarse la pretemporada, los refuerzos y el regreso de más de 20 futbolistas que vuelven de préstamos.
Boca también evalúa salidas por finalización de contratos, como los casos de Cristian Lema, Frank Fabra e Ignacio Miramón, y posibles préstamos de juveniles como Santiago Dalmasso y Mateo Mendia, ambos con chances de pasar a Platense.
En cuanto a incorporaciones, el club tiene avanzada la llegada del colombiano Marino Hinestroza, está en conversaciones por Miguel Borja, intentará sumar al defensor de San Lorenzo Gastón Hernández y buscará reforzar el mediocampo por derecha. Además, está pendiente una charla clave con Ander Herrera, quien aún no definió si continuará un año más en Boca o pondrá fin a su carrera profesional.
Con Riquelme al mando y Delgado como socio estratégico, Boca Juniors ya delineó su estructura futbolística para 2026, en un contexto donde las decisiones deportivas y políticas vuelven a estar en el centro de la escena.