UNIVERSIDAD | 10 SEP 2021

FUNDACIóN VARKEY

Una platense entre las mejores 50 docentes del mundo

Dos docentes argentinas, una de la ciudad de La Plata y otra de Córdoba, fueron seleccionadas entre los mejores 50 maestros del mundo, como finalistas del Global Teacher Prize, un premio que recibe más de 8.000 postulaciones de 121 países de todo el mundo.



El premio que fue creado para reconocer "el sobresaliente aporte a la profesión del docente más destacado del año y para subrayar la importancia de su rol en la sociedad", reparte como premio un millón de dólares al ganador, precisaron desde Fundación Varkey, organizadora del galardón.

El reconocimiento que cada año entrega la Fundación Varkey en colaboración con la Unesco, tiene como finalistas a Gisela Gómez, quien trabaja en el Instituto Provincial de Educación Técnica Nº 85 República de la India, en General Paz, Córdoba, por su ayuda al desarrollo de proyectos científicos innovadores para resolver los problemas de la comunidad.

La otra docente seleccionada es Ana María Stelman, que da clases en la primaria N°7 del barrio Hipódromo de La Plata a niñas y niños de una zona muy vulnerable "y a través de la empatía, la escucha y la comprensión, desarrolla proyectos y trata de implicar a sus familias en la educación de sus hijos", indicó el comunicado de la Fundación.

Stelman, quien se desempeña como maestra de cuarto grado de primaria en la Escuela Número 7 del barrio Hipódromo de la capital bonaerense, fue recibida hoy por sus alumnos con aplausos y flores.

"Busco enseñar desde la empatía y el interés de cada niño, desde lo que les pasa y ven a su alrededor, que aporten eso para desarrollar proyectos que los motiven a venir a clases; y que vean lo importante de esforzarse, de que todo lo que se gana con esfuerzo vale mucho", dijo.

Y agregó que busca darle a sus alumnos, "desde la escuela, herramientas para ser felices y encontrar lo que les hace bien".

La docente llegó a dicha escuela, ubicada en la zona de studs y del Hipódromo platense en el 2019, y a pesar del temor que le generaban los caballos, supo que debía aprovechar ese ambiente en el que vivían sus alumnos y alumnas, y donde trabajaban muchas familias de los niños para generar un aprendizaje que los estimule.

"Lo que hice fue hacer que los niños que viven en los studs, por ejemplo, cuenten esa experiencia y le enseñen a sus compañeros, que no tienen caballos, cómo es cuidarlos, cómo es un caballo, etc. El objetivo es involucrarlos en el aprendizaje", destacó.

Los caballos que compiten en el Hipódromo y viven en los studs recorren las calles varias veces al día y su bosta también fue "objeto de estudio" para Ana María y sus niños, con quienes investigó el recorrido de esa bosta de caballo que era retirada y llevada al cinturón ecológico como abono y aprendieron a hacer compost, con eso y lombrices californianas.

"Estudiamos por qué se llevaban la bosta, que no era basura, que tenía valor, y cómo se podían generar abono", precisó.

Otro proyecto que motivó a los alumnos fue un proyecto de astronomía e incluyó la participación de docentes y estudiantes de Ushuaia, Mendoza y Jujuy y La Plata.