La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) sigue ampliando su compromiso con la producción social y la soberanía alimentaria. Este martes, el vicepresidente de la UNLP, Fernando Tauber, recibió en la Planta de Alimentos Deshidratados al rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartloacci), para firmar un acuerdo histórico que permitirá replicar en Rosario el modelo productivo desarrollado por la casa de estudios platense.
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El convenio establece que la UNLP transferirá tecnología, diseños, planificaciones y conocimientos asociados al funcionamiento de su Programa PAIS (Planta de Alimentos para la Integración Social), con el objetivo de instalar una fábrica de alimentos deshidratados en la UNR. Será la primera experiencia de este tipo en otra universidad del país.
“Este no es un acuerdo más entre universidades pares: es un hito trascendental. Si logramos replicar este modelo de fábricas con perfil social, estaremos dando un paso fundamental para resolver la problemática del hambre en nuestro país”, sostuvo Tauber.
El vicepresidente recordó que la planta platense produce hasta 150 mil raciones diarias de guisos deshidratados de alta calidad nutricional, y enfatizó que la idea es que el modelo se reproduzca en distintas provincias. “Compartir nuestro conocimiento y nuestros recursos humanos formados es parte del espíritu solidario con el que nació esta planta”, agregó.
El convenio firmado entre ambas universidades incluye intercambio en materia de investigación, producción y gestión para el desarrollo de alimentos saludables, envases sustentables y logística. Además, la UNLP se comprometió a entregar muestras de raciones y capacitar al personal rosarino en el manejo seguro y correcto de los alimentos.
Actualmente, la UNLP asiste a 67 comedores que alimentan a unas 10 mil personas por día. Además, en agosto, la universidad firmó un acuerdo con el municipio de La Plata para ampliar la producción y distribución de raciones en comedores locales.
El modelo platense ya despertó el interés de otras universidades nacionales, como la UBA, la de Avellaneda y la de Tierra del Fuego, que también buscan adoptar la experiencia.
Con esta iniciativa, la UNLP consolida su liderazgo en innovación social y productiva, demostrando que la ciencia y la tecnología pueden ponerse al servicio de la comunidad para enfrentar una de las mayores problemáticas del país: la emergencia alimentaria.